27 Mar Cómo Conducir en Condiciones Adversas
Muchos son los fenómenos meteorológicos que hemos vivido estos últimos meses, desde ciclogénesis explosivas, tormentas o incluso nieve en Bilbao. Si eres de los que decides coger el coche en estos días de fiesta, te traemos algunos consejos fruto de nuestra experiencia para poder salir airoso a pesar del mal tiempo.
Sea cual sea el fenómeno climático que nos encontremos en ruta, debemos adaptar siempre nuestra velocidad a las circunstancias, evitar frenadas bruscas y realizar maniobras suaves. Un volantazo en una calzada resbaladiza puede resultar ser la decisión equivocada.
Con lluvia
La lluvia reduce la visibilidad y la adherencia desde las primeras gotas. Debemos prestar especial atención al aquaplanning. Ante una zona con balsas de agua debemos alejarnos de ella y circunvalarlo en la medida de lo posible. Además, una buena limpieza y conservación de faros y limpiaparabrisas nos ayudará a ganar visibilidad del entorno. Recuerda además encender las luces de cruce para ser visto y aumentar la distancia de seguridad cuando la lluvia arrecie.
Con Nieve
Por suerte, la nieve suele darse únicamente en zonas de montaña por lo que lo primero que debes hacer antes de salir de viaje es confirmar que llevas las cadenas (y que sabes cómo colocarlas). En entornos de nieve, debes usar marchas largas y usar el acelerador de manera gradual, sin dar “pisotones”. La conducción debe ser suave. En caso de pisar una placa de hielo debemos soltar el acelerador y corregir manualmente la dirección con ayuda de los sistemas de seguridad activa del vehículo.
Con Niebla
La Niebla además de reducir la visibilidad humedece la calzada por lo que ésta puede estar más deslizante. Por ello, resulta recomendable reducir la velocidad y evitar los adelantamientos, sobre todo en carreteras convencionales. En situaciones de niebla, resulta fundamental poder ser vistos. Por ello, deberemos activar las luces antiniebla de nuestro vehículo. Es desaconsejable el uso de las luces largas ya que pueden provocar un efecto rebote y deslumbrarnos a nosotros mismos. Por último, usa de guía las marcas longitudinales, centrales y laterales para no salirte del camino.
Con Viento
El problema del viento es su efecto sorpresa cuando nos vemos golpeados por una fuerte ráfaga al salir de un túnel o realizar un adelantamiento. En situaciones de viento, debemos reducir la velocidad y sujetar firmemente el volante para poder corregir el impacto de las ráfagas. Cuanto más firmes y seguros sujetemos el volante a una velocidad adecuada, mejor podremos contrarrestar el efecto del viento en nuestro vehículo.
Aunque deseamos que vayas donde vayas, luzca el sol y el buen tiempo en Semana Santa, si te encuentras ante imprevistos climatológicos en la calzada estarás bien preparado.
Pingback:AUTOBUSES SOLETO | ¿Cómo calcular la distancia de seguridad?
Publicado a las 13:49h, 30 noviembre[…] estado de la carretera es otro de los factores a tener en cuenta. Un pavimento en mal estado, un suelo resbaladizo a causa del hielo, … son factores externos que harán que debamos aumentar la distancia entre vehículos. Lo mismo […]